martes, 25 de marzo de 2008

Educación para la Ciudadanía: ¿qué es lo que tanto molesta?

Todo el mundo anda hablando de la Educación para la Ciudadanía pero nadie se ha leído la LOE para tener claro de qué estamos hablando.

Esta pequeña y nueva asignatura se refiere exactamente a lo siguiente:

Educación para la ciudadanía y los derechos humanos

La incorporación de esta área por primera vez como materia independiente en el currículo, sitúa la preocupación por la ciudadanía en un lugar muy destacado del conjunto de las actividades educativas, en la misma línea en que lo hacen los organismos internacionales como las Naciones Unidas o el Consejo de Europa. También la Unión Europea insiste en la necesidad de fomentar la ciudadanía responsable en una sociedad democrática como fórmula para lograr la cohesión social y una identidad europea común.
El aprendizaje de la ciudadanía responsable, que engloba aspectos relacionados con el conocimiento y el ejercicio de los derechos y responsabilidades cívicas, exige un largo aprendizaje que se inicia cuando niños y niñas establecen relaciones afectivas, adquieren hábitos sociales y aprenden técnicas para desarrollar un pensamiento crítico. Este aprendizaje requiere que se inicien en la participación activa en el centro docente y en su comunidad y, en esa medida, adquieran los rudimentos de la participación democrática.
Desde la educación infantil y a lo largo de la educación primaria, en las diferentes áreas, y especialmente en Conocimiento del medio natural, social y cultural, se han venido trabajando muchos aspectos que son objeto específico de esta nueva área: la propia identidad y la del otro, aprender a escuchar, a guardar el turno, a compartir y cuidar los materiales, a expresarse solo o con los demás, a relacionarse con sus iguales y con los adultos. En definitiva, se han impulsado la autonomía personal, la autoestima, la asunción de hábitos sociales, la manifestación del criterio propio, el respeto a las opiniones ajenas y el respeto a los otros, el diálogo y la negociación en caso de conflicto en el ámbito escolar y familiar. Por ello, en el último ciclo de la educación primaria, momento en el que se introduce el área, los niños y las niñas están en condiciones de adoptar una perspectiva más amplia para trascender los hábitos adquiridos en relación con el trabajo en grupo, la participación en el funcionamiento de reuniones o asambleas de clase y la práctica de hábitos sociales. Igualmente, los derechos humanos tienen carácter universal y a esta edad son capaces de entender este ámbito y pueden adquirir conciencia de su pertenencia a un país y de formar parte de una sociedad global.
El comienzo de la adolescencia es una etapa de transición en la que se modifican las relaciones afectivas. Los preadolescentes se inician en una socialización más amplia, de participación autónoma en grupos de iguales, asociaciones diversas, etc. Conviene preparar la transición a la enseñanza secundaria y al nuevo sistema de relaciones interpersonales e institucionales que suponen una participación basada en la representación o delegación y que requiere un entrenamiento, y esta área es un ámbito privilegiado para ello.
El aprendizaje de esta área va más allá de la adquisición de conocimientos, para centrarse en las prácticas escolares que estimulan el pensamiento crítico y la participación, que facilitan la asimilación de los valores en los que se fundamenta la sociedad democrática, con objeto de formar futuros ciudadanos responsables, participativos y solidarios. En este sentido, los planteamientos metodológicos deben ser atendidos con sumo cuidado porque serán decisivos a la hora de asegurar que el conocimiento de determinados principios y valores genere la adquisición de hábitos e influya en los comportamientos.
Los objetivos y contenidos del área, en sintonía con la Recomendación (2002)12 del Consejo de Ministros del Consejo de Europa, parten de lo personal y del entorno más próximo: la identidad, las emociones, el bienestar y la autonomía personales, los derechos y responsabilidades individuales, la igualdad de derechos y las diferencias. De la identidad y las relaciones personales se pasa a la convivencia, la participación, la vida en común en los grupos próximos. Finalmente, se abordan la convivencia social que establece la Constitución, y los derechos y las responsabilidades colectivas. Por tanto, el recorrido
propuesto va de lo individual a lo social.

Los contenidos se organizan en tres bloques en los que los conceptos, los procedimientos y las actitudes se abordan desde una perspectiva integrada. El bloque 1, Individuos y relaciones interpersonales y sociales, trata los aspectos personales: la autonomía y la identidad, el reconocimiento de las emociones
propias y de las demás personas. Propone un modelo de relaciones basado en el reconocimiento de la dignidad de todas las personas, del respeto al otro aunque mantenga opiniones y creencias distintas a las propias, de la diversidad y los derechos de las personas. A partir de situaciones cotidianas, se aborda la igualdad de hombres y mujeres en la familia y en el mundo laboral. Un aspecto prioritario, relacionado con la autonomía personal, es siempre la asunción de las propias responsabilidades.
El bloque 2, La vida en comunidad, trata de la convivencia en las relaciones con el entorno, de los valores cívicos en que se fundamenta la sociedad democrática (respeto, tolerancia, solidaridad, justicia, igualdad, ayuda mutua, cooperación y cultura de la paz), de la forma de abordar la convivencia y el conflicto en los grupos de pertenencia (familia, centro escolar, amigos, localidad) y del ejercicio de los derechos y deberes que corresponden a cada persona en el seno de esos grupos, identificando la diversidad, rechazando la discriminación y valorando la participación y sus cauces. Asimismo, desde el reconocimiento de la diversidad cultural y religiosa presente en el entorno inmediato y asumiendo la igualdad de todas las mujeres y hombres en cuanto a derechos y deberes, se puede trabajar el respeto crítico por las costumbres y modos de vida distintos al propio y permite proporcionar elementos para identificar y rechazar situaciones de marginación, discriminación e injusticia social.
Finalmente, el bloque 3, Vivir en sociedad, propone un planteamiento social más amplio: la necesidad y el conocimiento de las normas y principios de convivencia establecidos por la Constitución, el conocimiento y la valoración de los servicios públicos y de los bienes comunes, así como las obligaciones de las administraciones públicas y de los ciudadanos en su mantenimiento.
Algunos de los servicios públicos y de los bienes comunes reciben un tratamiento específico adecuado a la edad de este alumnado, es el caso de la protección civil, la seguridad, la defensa al servicio de la paz y la educación vial.

REAL DECRETO 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas de la Educación primaria.
La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, en su artículo 6.2, establece que corresponde al Gobierno fijar las enseñanzas mínimas a las que se refiere la disposición
adicional primera, apartado 2, letra c) de la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de junio, reguladora del Derecho a la Educación. Las enseñanzas mínimas son los aspectos básicos del currículo en relación con los objetivos, las competencias básicas, los contenidos y los criterios de evaluación. El objeto de este real decreto es establecer las enseñanzas mínimas de la Educación primaria. La finalidad de las enseñanzas mínimas es asegurar una formación común a todos los alumnos y alumnas dentro del sistema educativo español.


Y ahora vuelvo a repetir la pregunta:
¿QUÉ ES LO QUE TANTO MOLESTA PARA QUERER "OBJETAR"A ESTAS ENSEÑANZAS?
y ya puestos ¿para cuando los padres y madres nos van a dar la lista de "libros prohibidos" para que sus hijos e hijas no estudien con ellos?

viernes, 14 de marzo de 2008

La falaz objeción de conciencia que ampara la derecha madrileña

Y es que no es lo mismo negarse a ir al servicio militar, que exige el manejo de armas para matar enemigos, que negarse a que tus hijos e hijas aprendan a vivir en sociedad.
No sólo los padres y las madres tienen derecho a educar en valores. En este tema, como en todos, son las leyes las que tienen la última palabra. Si a unos padres les parece mal que se casen las personas del mismo sexo, lo que no puede hacer es educar a sus hijos para que piensen que el matrimonio homosexual "está mal", que los homosexuales merecen lástima. Jamás se nos ocurriría permitir que unos padres eduquen a sus hijos en el valor de que "robar es legítimo", por más que esas sean las convicciones de la familia y tengan derecho a educar moralmente a sus hijos e hijas.
Creo que hay motivos para actuar frente a unos padres que enseñen a sus hijos valores que atenten contra la convivencia democrática. No se puede enseñar a los hijos que robar está bien ni se les puede decir que Dios condena la homosexualidad. En una sociedad democrática las reglas del juego no las ponen los hombres en nombre de Dios; las reglas las ponemos las mujeres y los hombres a través de las instituciones democráticas.
Ni curas, ni padres ni madres, ni presidentas de comunidades autonómicas son nadie al lado de lo que dice el Parlamento.
La joven democracia española todavía tiene que reciclar a muchas personas que creen que España se construye a las órdenes de Dios por boca de obispos y curas.

martes, 4 de marzo de 2008

sábado, 1 de marzo de 2008

Funcionari@s Interin@s sin derechos laborales: Distancia y duración de los destinos.

Me pregunto si los maestr@s y profesores interin@s tenemos derecho a cobrar el paro si renunciamos a trabajar a más de 30 kilómetros de nuestro domicilio. Sabemos que si no aceptamos el destino nos echan de las listas y no cuentan con nosotr@s más. Cese definitivo y a la calle a empezar como si no hubieras trabajado, en muchos casos, durante años.
Cuando una empresa se dedica a trasladar de destino a sus trabajadores con unos criterios tan ineficientes como los que maneja actualmente las consecuencias las padecemos l@s trabajador@s y nuestras familias.
La solución a esta grave situación empieza por tener en cuenta que los docentes somos TRABAJADOR@S con los mismos derechos que el resto de la ciudadanía.
También se resienten las Plantillas de cada centro educativo. En donde yo trabajo calculo que seremos cerca del 35% de interinos. Si a esto añadimos las jubilaciones y los traslados que se producirán el próximo curso, casi la mitad de la plantilla actual no se encontrará en el mismo destino al próximo año.
La movilidad actual produce una descoordinación general de los equipos docentes y una falta de tiempo para consolidar los proyectos.
Lo peor de todo es que nuestra infancia tiene que ser educada por docentes que viven de forma itinerante y a veces teniendo que viajar más de cuatro horas diarias para llegar a sus destinos. Deberían hacer una estadística sobre la cantidad de maestr@s que tiene que conocer un niño o niña desde que empieza su escolarización obligatoria hasta que la acaba. Desprués tendríamos que analizar como influye esto en la Calidad de la Educación.
En definitiva, se trata de empezar utilizar criterios de eficacia y olvidar de una vez por todas el viejo mito de que hay que tratar a maestr@s y alumn@s con palo y zanahoria, en plan dominante y muy poco CONCILIADOR con la tarea del colectivo docente en cualquier sociedad democrática.

TANTA MOVILIDAD ¿A QUIÉN BENEFICIA?